Ella ... intentó hacer valer la reciprocidad





Ella pensó que era cualidad inalterable, y hasta podía definir personalidades, conformar caracteres y hasta equilibrar relaciones.
Ella pensó que era cualidad inherente, propia de ... sin necesidad de solicitarla cuando debía emplearse ante alguna situación.
Ella comenzó a dudar de dichas apreciaciones, y confirmar ante hechos que la subjetividad traicionaba el valor de la reciprocidad. 
Que lamentablemente no hay acuerdos secretos, ni amor por valores comunes,ni bandera de gloria para procurar un equilibrio que debiese ser natural. 
Nadie pide nada a cambio, ni se condiciona el tiempo ni el espacio: son naturalidades, respetos protegidos hacia un otro, un secreto preciado respecto a cuidar de Él, de lo que espera, de lo importante, de lo que viene y se debe recordar, de las subjetividades de Ella, de olvidar lo accesorio y cuidar lo relevante.
Procurar dicho equilibrio... no, ¡no!, no es natural ni espontáneo; tampoco se reclama. Pues entonces Ella no entiende ni cómo, ni cuándo, ni dónde se perdió la conciencia. Ella no busca culpables, busca escuchar, entender y comprender antes que el desborde se apropie de palabras y sea poco importante cuidar lo que pensó en algún momento, era natural. 

Ella no sabe Gritar

Hace días que te observo
y he contado con los dedos
cuantas veces te has reído
una mano me ha valido.
Hace días que me fijo
no sé que guardas ahí dentro
a juzgar por lo que veo
nada bueno, nada bueno.

De qué tienes miedo
a reir y a llorar luego
a romper el hielo
que recubre tu silencio
Suéltate ya y cuéntame
que aquí estamos para eso
pa' lo bueno y pa' lo malo
llora ahora y ríe luego

si salgo corriendo, tú me agarras por el cuello
y si no te escucho, grita !
te tiendo la mano tu agarras todo el brazo,

y si quieres más pues, grita !

Hace tiempo alguien me dijo
cual era el mejor remedio
cuando sin motivo alguno
se te iba el mundo al suelo
Y si quieres yo te explico
en que consiste el misterio
que no hay cielo, mar ni tierra
que la vida es un sueño

si salgo corriendo, tú me agarras por el cuello
y si no te escucho, grita !
te tiendo la mano tu agarras todo el brazo,
y si quieres más pues, grita !





Explícitamente Correcta

De un tiempo a esta parte, Ella ha visto como su alrededor ha decidido emplear en demasía aquella frase que alude el ser "políticamente correcto/a". 
En el bolsillo quedaban las reales ganas, deseos, instintos, motivación, los  reales deseos, la esencia misma, por deber/intentar ser políticamente correcto/a.
Para Ella, peor era la angustia de sentir el doble standar impregnado en cada opinión, acción, e incluso, pensamiento. 
Tenía ganas de que el mundo dijese Fuck It! con todo, qué más da.... la esencia es pura, real, y verdadera. 
El sentido común puede estar muchas veces socialmente determinado, aun más cuando hay una imagen que cuidar.
Para Ella, era una estupidez, y se cansó, y optó por ser Explícitamente Correcta
Acaso decir cuánto se siente, qué es lo que se quiere, qué es lo que se espera, sin rodeos, sin disfraces, sin tantas vueltas no es un voto a la sinceridad. 
Acaso ser precisa no es sinónimo de entendimiento. No hablo de un montón de peticiones idealistas... hablo de ser humano, ávido de reciprocidad. 
Ella quiso manifestar explícitamente cuánto anhelaba, no obstante, prefirieron ir a tomar el té. 
Las ganas de ser explícitamente correcta quedan en el aire, a esperas de que algún día se acabe el café.

:D

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