mi caja

Si supiese qué viene dentro de ella, creo que me dejaría superar por mis espectativas.Creo que es mejor dejarlo a la tentación y tomar cada objeto de su interior pensando en qué pensaba mi madre al ponerlo allí.

Carito se emocionaba más que yo, imaginando el momento en qué la abriría, es verdad, la comida de la despensa lentamente comenzaba a desaparecer...y ya nuestras combinaciones alimenticias más que innovadoras comenzaban a volverse un tanto freak!, pero de todas formas, desarrollamos unos fuertes estómagos.

Además esa caja reafirmaba nuestra femeneidad, porque mi má se preocuparía de llenarnos de cosas olorosas y mágicas, que nos ayudarían a sentirnos mejor, cuando la mano de ella no nos pudiese cuidar.Anotando cada cosa con su función y recordándonos que en el detalle esta el secreto.

Desde que supe que vendría mi caja, empezamos a diseñar el plan estratégico de como usariamos cada cosa que allí estuviese, y a mandarle la lista de todas las cosas que ojalá entrasen dentro de las dimensiones de mi caja. Luego de terminar de conversar con mi mami todas la noches, le recordaba...pon algo con cariño de mamá dentro de la caja...y siempre me decía que si.

Resolvimos que es mágico el momento en que la abres, tanta dedicación puesta en todo, para que cada cosita ocupe un buen lugar dentro de las dimensiones de la caja, para que entren hartas cosas, todas ordenaditas, y para que siempre al fondo encontrar una sorpresa...tanta dedicación puesta, y encontrar la notita donde mamá pone que me ama y que comparta mis alegrías con los demás.

Hoy, la despensa quedo vacía, y mi escondite de cosas ricas también, de las cremitas y esencias, ya casi se extinguen, sigo haciendo malabares con mi dinero, pero contenta porque hoy salió el sol.

Hoy, seguimos siendo felices...aún no termino de conversar con mi mamá, pero sé que hoy, ya envió mi caja.