Ella ya quiso elegir, olvidar un tanto la burda pendejada y darse el tiempo de disfrutar las cosas tal como quería. Ella encanta, pues se lo toma con buen humor... puede reírse a carcajadas, pues tiene motivos... y lo sabe. Ella encanta, porque sabe que es un buen momento, no pretende esconderse, pues no tiene motivos ... y lo sabe.
De Ella, ya no mucho puedo decir ... llega a lo lejos, pero todo está como tal... sí, como si el tiempo no pasara, y los secretos tontos sirven para las mismas conversaciones, pero que a medida que pasa el tiempo, sirven para nuevas conclusiones.
Para Ella, es el comienzo. Creo que partir de aquí trajo más alegrías, incluso, que las que ella pudo imaginar. Hoy nos despertaste con un milagro. Ella es de todas, a quien desde hoy llamaremos mamá.
Ella teje planes para reencantar su libertad. Se siente presa de un desconocido, de un sin rumbo, ideales, ni ambiciones. Ha validado la independencia, pero dentro de límites que le son impropios. Añora sus raíces, su tierra, los suyos; y también los quiere para su pequeña, quiere mostrarle el paraíso donde Ella nació.
Ella extraña los detalles, las sorpresas y esa incertidumbre que terminaba en momentos dignos de recordar; hay veces que ve muy de cerca a la monotonía, pero no pretende bajar la guardia. Son los detalles, son pequeñeces importantes, son gestos para todo demás imperceptibles, pero que ante cualquiera marcan la diferencia. Ella extraña ese lenguaje propio, cómplice y que quien, de conocerlo, lo anhelaría.
Ellas no lo perciben y quizás ella tampoco, cada decisión reenmarca una historia. Hoy es así. Mañana, lo volveré a pensar.
De Ella, ya no mucho puedo decir ... llega a lo lejos, pero todo está como tal... sí, como si el tiempo no pasara, y los secretos tontos sirven para las mismas conversaciones, pero que a medida que pasa el tiempo, sirven para nuevas conclusiones.
Para Ella, es el comienzo. Creo que partir de aquí trajo más alegrías, incluso, que las que ella pudo imaginar. Hoy nos despertaste con un milagro. Ella es de todas, a quien desde hoy llamaremos mamá.
Ella teje planes para reencantar su libertad. Se siente presa de un desconocido, de un sin rumbo, ideales, ni ambiciones. Ha validado la independencia, pero dentro de límites que le son impropios. Añora sus raíces, su tierra, los suyos; y también los quiere para su pequeña, quiere mostrarle el paraíso donde Ella nació.
Ella extraña los detalles, las sorpresas y esa incertidumbre que terminaba en momentos dignos de recordar; hay veces que ve muy de cerca a la monotonía, pero no pretende bajar la guardia. Son los detalles, son pequeñeces importantes, son gestos para todo demás imperceptibles, pero que ante cualquiera marcan la diferencia. Ella extraña ese lenguaje propio, cómplice y que quien, de conocerlo, lo anhelaría.
Ellas no lo perciben y quizás ella tampoco, cada decisión reenmarca una historia. Hoy es así. Mañana, lo volveré a pensar.
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