" Las botas de mi amiga"











Ser de un determinado grupo, de manera inconsiente nos circunscribe a tales y cuales características, que van más alla de nuestras capacidades genéticas relacionadas con nuestro núcleo familiar...sí, estas otras características llegan a ser descaradas, pero nos conforman como grupo homogéneo.

El pertenecer a esta larga y angosta faja de tierra te determinó como especie, sin siquiera consultarte,como mujer, no pasar de la media de 1.65 mts de altura; no con ello quiero decir que eso sea una cruel desventaja, exceptuando cuando se te ocurre comprar la caja de cereal en el supermercada...sí, esa caja, la que está bien arriba, porque es el único cereal que en un plan de 14 días reduce una talla, claro, ahí se te hace necesario pedir ayuda; pero digamos que es sólo un detalle.


Sí, 1.65 mts... creo que no es necesario contar mi experiencia, me declaro una fiel representante del colectivo de mujeres de mi especie, pero debo decir, que mi pequeña condición me ha traído solo beneficios en mis 20 primaveras, y claro, es aquí donde nace la cuestión. No es cosa de abuelas el decir que lo bueno viene en frasco pequeño, y por cierto... el veneno también.

Amo las botas, amo los tacos, amo todo cuanto zapato sea así!, porque
sea del porte que sea ese bendito tacón, me provocará la sensación mas placentera del mundo, y la carcajada más enorme escuchada y a la que llegamos por conclusión mientras le pedía a mi amiga esas botas que ya daba por perdidas, esas que fulanita se demoraba tanto en devolver...sí, debo decir que la conclusión fue irrisoria, pero gratificante (ya se las mencionaré).

La conclusión a modo de analogía, me resultaría fácil extrapolar aquella frase que dice: "la suerte de la fea, la bonita la desea", no es que esté de acuerdo, pero me sirve de ejemplo, ni tampoco que tenga una suerte de prejuicio frente a quien se considere linda o fea, pero a la situación viene, ... como decía, la frase me resultaría algo así: " los tacones de la pequeña, la grandota los desea", y claro! si es muy obvio!, sea cual sea el tamaño de ese precioso tacón jamás vas a dejar pequeño a tu pololo, andante, amante, novio, etc,jamás jamás!.
Obvio... no hay nada que envidiar, porque debemos recordar que como en todo orden de cosas hay excepciones nenas! y no faltará esa "tremenda amiga" que te odiará con todo al amor de su ser porque no podrá ponerse esos maravillosos tacones de 10 cms , esas super ultra chic botas que hacen juego espléndido con aquel pantalón, ni nada ni nada ni nada, porque claro está, el novio, pololo, andante, amante le quedaría de bolso para el atuendo, estaría de bolsillo, prácticamente cual llavero peor ponderado... no...esas botas, esos tacones no!

Debo declararme una privilegiada de la vida, porque generacionalmente la historia amorosa de las tres últimas generaciones de feminas Duque (mi familia) ha adoptado como costumbre innata, y no adquirida tener novios, pololos, andantes y amantes superiores a lo esperado, sí, todos nuestros pololos han sido de 1.80 mts hacia arriba... pero dejenme decirles, mis tacones... la llevan!

Hoy quise comprarme botas, esas superdupermegafabulosaschicglamurosas, esas que harán juego con el nuevo pantalón, pero mi amiga me regaló sus botas, esas que daba por perdidas porque fulanita no se las devolvió, hoy le pedí las botas... mejor me compro otro pantalón.

2 comentarios:

Unknown dijo...

tE AmO cHiQuItItA!!!

Anónimo dijo...
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:D

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